31 diciembre 2009

Avatar

Avatar, la nueva de James Cameron, diez años para hacer esto, puf. Lo primero que hay que entender es que Cameron hace muchos pero muchos años que ya no hace pelis ni cuenta historias, el tío se dedica a hacer demos tecnológicas de más de dos horas. Titanic ya lo era, con sus efectillos digitales y esas cámaras submarinas, y esta lo vuelve a ser, así que hay que verla en 3D para saber de que va el rollo que nos presentan. La revolución del cine dicen, el 3D salvará a la industria. Pues si es como ahora, va a ser que no lo veo yo... Pero empecemos por lo que parece más importante, lo 3D. Si uno cree que va a ver una peli de imagen real en 3D, nada de eso, básicamente es una peli de dibujos animados en la que aveces salen personajes reales, eso hay que reconocer que la animación ha llegado muy lejos y es una pasada, pero lo venimos viendo con Pixar desde hace tiempo. Decían que lo difícil era integrar la parte digital a la real 3D, creo más bien era al revés, poner los actores del croma junto los dibujines. Eso la verdad esta muy conseguido. Era necesario el lo tridimensional? Para nada, no aporta nada. Es más bonito e ver eso sí, pero la resolución y la calidad de los efectos tridimensionales en si mismo no son nada nuevos, nada más espectacular o que no se haya visto ya hace 15 años, lo he ido apreciando desde la expo de Sevilla, en cada expo que he ido siempre hay un cine con demo 3D, a lo último, y pocos avances se han hecho en el tema. Eso sí ahora se están más de dos horas viendo la peli en 3D, conclusión, sales del cine con dolor de cabeza, ya que la vista hace un sobre esfuerzo de concentración al no estar acostumbrada. Todavía le queda bastante que evolucionar técnicamente para que valga la pena de verdad.

Pero vamos a lo que cuenta, por que si uno va al cine, al fin y al cabo lo que quiere ver es una buena historia, la técnica con media hora va de sobra, casi 3 horas es por la historia. Bueno pues el señor Cameron no lo ve así, y nos cuenta un truño de aventura que ya hemos visto más de mil veces, con nada original, con mil tópicos, y con ideas copiadas de tantos sitios tan descaradamente y que uno puede escoger al azar. Quizás lo que tengo más reciente son los tebeos de Leo o el Valerian, pero da igual, otros ven las naves de Halo. La cuestión es que suena a visto a todo el mundo. No hay nada original, ni un giro ni una sorpresa. No aporta nada. Al contrario, solo muestra la teoría mainstream norteamericana del mito para resolver conflictos, que uno ya tiene miedo que por repetida acabe calando como correcta, cuando desde luego ni lo es, ni el tenerla más grande que el rival y el uso de la fuerza sí o sí deberían servir de ejemplo. La ciencia no es más que un chiste, lo que hace falta son lideres que sepan luchar, y que la tengan más grande que nadie. Aprendes de donde vas, pero lo importante es enseñarles que tu tienes razón y hay que hacer las cosas como tu dices... Bueno, lo de siempre... Y el comentario de al lado de siempre, uy los americanos que mal están, que vergüenza tienen siempre por lo que hacen... Esperemos que esta mitología no acabe calando del todo en Europa, donde aunque nos pisoteen, teníamos nuestra propia mitología, y parecía se creaba otra forma de resolución de conflictos. Al menos daba para historias interesantes. Ahora, bueno, esperemos que la invasión japonesa entre la juventud sirva para dar alternativas al mito.

Y mientras, pues seguiremos cayendo en cositas como esta que salvan a la industria, porque con la tontería de las gafitas la entrada al cine ha subido que da gusto, así van a salvar a la gente de ir al cine, sobretodo para estos truños de historias. Le van a dar mucho por el culo a la industria, la verdad y como siempre ha pasado, el medio se salvará gracias a la gente que todavía cuenta buenas historias, y lo hace con pelis normales, con cortos que suben al Youtube. Avatar, bonita de ver, solo eso, mejor no pensar (de hecho creo se prohibe pensar).

30 diciembre 2009

Cervezas del nueve

Y antes de que se acabe el año, vamos a cerrar la lista de cervezas probadas, así empezamos con la lista limpia.
  • Delirium Nocturnum. Oscurita y dulcita aunque suave para sus grados, curiosa cerveza belga. 8.5%
  • Chimay Roja. La tercera de estas cervezas trapenses belgas, oscurita y dulcita. 7%
  • Old Scratch Amber Lager de Flying Dog, una cerveza ambarina, con más sabor a malta y alcohol que otra cosa, curiosa pero no mi estilo favorito. De una brewery americana con una curiosa imagen, y un buen lema de Hunter S. Thompson: 'Good people drink good beer'. 5.3%
  • La Trappe Quadrupel. Otra de las variedades de esta cerveza trapense holandesa, oscura, fuerte, pero con ese toque dulce alcohólico, no esta nada mal. 10%
  • Slaapmutske Tripel. De la pequeña brouwerij Slaapmutske, de Mulle en Bélgica, una cerveza para antes de dormir, una triple rubita, con un buen color, de sabor suave pero con cuerpo, de fermentación alta y refermentación en botella. 8.1%
  • La Trappe Dubbel. La doble de la trapense holandesa, tostada oscurita, pero no negra, con malta caramelizada que le da el sabor dulcito característico. 7%
  • Leikeim Premium Weiße. La hefe de esta casa, una hefe con ese típico tono y saborcito que recuerda un poco al plátano. Clase media de este tipo. 5.5%
  • Schöfferhofer Kristallweizen. La de trigo filtradita de esta marca del grupo Radeberger, como todas las kristall, suavecita, diafana, con ese gusto dulcito de las hefe, rica. 5%
  • Schaffner Bayerischer Bahnhof Naturtrübes Pils. A parte de volver a tomar una Gose, volvimos al local y probamos la pils propia de este restaurante en Leipzig, una pils dulcita que no esta mal.
  • Maisel's Weisse Dunkel. Dunkles Hefe-Weissbier, creo faltaba la oscurita de las hefes de esta brauerei, que como las otras también esta rica. 5.4%
  • Iberian Boletus. Otra de las especialidades de la Cervesera Artesana de Gracia, esta una cerveza oscurita crema, hecha con setas, que le da un sabor realmente especial, pero bien integrado con la suave cerveza. 3.9%
  • Trappistes Rochefort 10. Otra trapense, de la abadía de Notre-Dame de St-Remy, fuerte, oscurita, pero con un final dulce. 11.3%
  • Desperados. Una curiosa cerveza francesa aromatizada con tequila, antes pertenecía a Fischer, ahora es Heineken Francia, y es especialmente exportada, parece con un amplio mercado aleman, es de sabor suavecito, con el toque de tequila, pero sobretodo con los aromas de limón. 5.9%
  • Sierra Nevada Porter. La negra tipo porter de esa casa norteamericana, una negra correcta. 5.6%
  • Coopers Best Extra Stout. Una cerveza australiana, negra muy negra, tostadita pero tapado por el gusto del alcohol, potente sin ser de muy alta graduación. 6.3%
Y hasta aquí las de este año. Esperemos que el año que viene haya más.

29 diciembre 2009

Anunciador mecánico

L'Eixample Cerdà. 150 anys de modernitat, exposición que ahora esta en las Drassanes, tiene lo de siempre del pla Cerdà, y algunas curiosidades, como este diseño de anunciador automático.

28 diciembre 2009

Algunos tebeos '09 (y tres)

Vamos con la tercera y última entrega de la selección sin criterio. Ahora los escritos en raro y los de allende del continente.













Baru es un autor francés con una importante carga social. En Negro hace una vsión utopica de los suburbios franceses, que fue más que premonitoria. Un cero a la izquierda adapta una novela de Pierre Pelot sobre los abusos de los diferentes en los pequeños pueblos franceses. Pero el que es más disfrutado, por su dibujo, y la historia ha sido el integral de Les Années Spoutnik, cambio social desde el punto de vista de los niños de finales de los años 50 en la Francia, que luchaba entre un comunismo todavía triunfante y el catolicismo y el poder secular de los pueblos. Muy bueno, lástima que mi francés no de para disfrutarlo del todo, a ver si también se animan a publicarlo por aquí.

Le Goût du Chlore de Bastien Vivès, aquí traducido como el gusto del cloro, es una pequeña delicia, la historia de un encuentro casual, una historia que podría ser peor que no será, como tantas veces. Pero el grafismo es brutal, la gente que ha ido a la piscina puede disfrutar de este cómic por como transmite esa sensación.







De Italia me traje este simpático cómic de Gud, Heidi mon Amour. Tiene un principio bueno, con buenos gags, y un planteamiento original, con ese personaje principal enamorado enfermizamente de Heidi, de forma que busca una real, luego el desarrollo se le escapa un poco de las manos hacía una historia algo tópica. Pero no deja de ser un tebeo simpático. Curioso para ver que se cuece por aquellos lares.






De Alemania me traje dos nuevos trabajos de otro de mis favoritos, Flix, que aunque no entienda me tiene más que ganado, será algo generacional. Este año era el aniversario de la caída del muro, y algún tebeo sobre el tema han publicado, pero ninguno me ha llamado la atención. Ninguno excepto esta Da war mal was..., donde Flix se dedica a dibujar en tres páginas las memorias de la época de sus amigos y conocidos, gente que era solamente un niño en aquella época, gran tebeo. En Der Swimmingpool des kleinen Mannes, se recopilan el segundo año de los cuadritos que diariamente aparecen en su web, pequeñas perlas de la vida en Berlin, del gusto por el café, del yoga y esas cosas cotidianias que nos pasan a todos.

No había leído todavía el Palestine de Joe Sacco, estaba en la lista de pendientes cosa que ya hemos solucionado. Y brutal es este cómic documental sobre la intifada palestina de los 90. Brutal la visión de la franja de Gaza que da el autor. Y este año sale nueva visita a la zona, promete mucho.







De Asterios Polyp de David Mazzucchelli ya hablé cuando lo leí, poco añadir más, pero es un tebeo cojonudo, pensado al milimetro. Quizás el argumento no sea su fuerte, pero tiene tantas ideas gráficas y narrativas que vale la pena. Seguro dará que hablar el año que viene cuando lo publiquen traducido.







George Sprott de Seth es un comic king size de esos que no caben en ninguna estanteria, una cosa muy bonita, muy bien diseñada, siguiendo la linea de Chris Ware en esto de hacer tebeos muy bonitos de ver. Lástima que luego se olviden un poco de las historias que cuentan, que no consiguen atraparme para nada, al menos este menos que otros de sus trabajos anteriores. Bonitos formalmente pero no en la historia que cuentan, aunque creo eso va a gustos.





Y acabamos el repaso con los manga, donde no se olvidan de contar cosas. Muchas son las que cuenta Yoshihiro Tatsumi en A drifting life, aquí traducida como una vida errante, aunque costaba cuatro veces más que la edición en inglés. Gran libro autobiográfico que cuenta el nacimiento del manga para adultos gekiga. Pura pasión por el manga.







Naoki Urasawa es un imprescindible. Pluto es una gran historia, revisitando un clásico del gran Osamu Tezuka, una aventura de Astroboy revisitada con toques de los robots de Asimov, de Blade Runner, en un thriller con el toque Uruswa. Cinturó Negre es una de sus primeras obras, en otro género totalmente diferente, la comedia romántica con toque deportivo, y ya se le ven maneras. Y además tiene el toque de nostalgia para los que veíamos la serie en tv3.



De Jiro Taniguchi, otro de los favoritos, este año solo hemos tenido La Montaña Mágica como dosis, no es su mejor obra, pero es curioso ver un autor japonés directamente trabajando para Europa. La historia recuerda un poco a las de Miyazaki.








Kazuo Koike y Goseki Kojima son otros dos clásicos, y Hanzo el camino del asesino un manga de samurais cojonudo. Cuenta la historia de un espía al servicio de un general, esos espías que luego aquí conoceríamos como ninjas. Historias de la época Edo contadas como nadie.







Takemitsu Zamurai, el samurai que vendió su alma, de Matsumoto Taiyou y Eifuku Issei es otro manga de la época Edo, pero con un tono totalmente diferente, aquí el samurai a renunciado a la espada, lo que lo convierte en una serie de historias cotidianas de la época, con un tono para resolver el conflicto de otra forma. El guionista es un monje budista y el dibujante tiene una forma de dibujar brutal, con un estilo diferente del que mostró en Tekkon Kinkreet.





Gaku de Shinichi Ishizuka, manga premiado en Japón, cuenta aventuras de rescate en montaña, con una frescura que sin ser aficionado al montañismo se leen con gran interés. Un manga muy fresco.









Y para acabar, a falta de que salga un nuevo número de Yotsuba, las aventuras del gatito en el dulce hogar de Chi de la mangaka Konami Kanata tampoco están nada mal para estar entretenido.









Y hasta aquí algunos de los tebeos que destacaría de este año. Seguiremos leyendo.

27 diciembre 2009

Algunos tebeos '09 (dos)

Y continuamos con los tebeos, esta vez, la sección europea.

Hemos podido disfrutar de nuevas obras del noruego Jason, una de mis debilidades. En pocas palabras recopila tres historias, Los vivos y los muertos, revisionando el tema zombi, Dime algo, cine mudo y amores frustrados y Por el mal camino, revisando el mito del monstruo de Frankenstein. Low Moon recopila otros cuatro relatos, Émilie le envía un saludo, un thriller con ese toque de amor imposible marca de la casa, Low Moon, un western con duelos de ajedrez, Proto film noir, surrealismo primitivista y estás allí, amor eterno y abduciones. Con esa habilidad para las palabras justas y el torcer los géneros. Ya digo, una debilidad. Y ya tengo mi dedicatoria.

Otra debilidad es Lewis Trondheim, que también me tiene ganado. Con Lapinot y las zanahorias de la Patagonia podemos ver uno de sus primeros trabajos, cogio un paquete de folios y se puso a dibujar para aprender, impresionante como va narrando y contanto aventuras, lástima que se acabase el paquete de hojas. La otra es que parece que volvemos a tener alguna dosis de La Mazmorra, la serie de fantasia que desarrolla junto a Sfar.


Otro valor seguro, Christophe Blain, con la tercera entrega de Gus, este Western de bandidos enamoradizos, que le da otra vuelta de tuerca al género. Y si no es bastante también ha salido la tercera entrega de Sócrates el semi-perro junto a Sfar, gran libro donde se mezclan la filosofia y mitología griegas con el sentido de humor de la nouvelle bd.







El suizo Frederik Peeters tiene en Paquidermo un cómic bien curioso, mezcla de peli de David Lynch, espías y paisajes oníricos. Nada mal y muy bien dibujada. Otro que no falla en la lista.









Dupuy y Berberian son un duo de la BD francesa siempre interesante, este año ha habido varios ejemplos, tanto juntos como cada uno por separado. Yo destacaría este Sacha de Charles Berberian en solitario, una curiosa historia cruzada, con gatos.










Pinocchio de Winshluss, un tebeo que versiona el clásico cuento de una forma oscura, pero de puro cómic, prácticamente mudo, te cuenta una historia negra basada en el cuento, una maravilla del codirector de Persepolis.








Moebius es un clásico del cómic, y con Inside Moebius además se convierte en el protagonista compartiendo cartel con sus creaciones o con Bin Laden. A parte del fantástico grafismo que siempre tiene, la historia se lee muy bien y sus reflexiones son más que interesantes.








Prudhomme firma el guión y Rabaté el dibujo de La Virgen de plástico, la lucha generacional entre la izquierda atea y el catolicismo en Francia, cuando en una casa ocurre el milaagro. Con el pulso de Rabaté una historia más que destacable.








La primera parte ya dejo buen sabor de boca, Betelgeuse del brasileño Leo es un segundo ciclo de space opera y aventuras de ciencia ficción con toques ecologistas más que recomendable. Muy buena ciencia ficción, clásica y un dibujo muy claro.








Conrad y Wilbur hacen en Raj una muestra de como contar aventuras en la época colonial india con ese dibujo y esa clase tan de la escuela francobelga que siempre funciona.









Ciudad 14 de Gabus y Reutimann es más aventura de raíz francobelga, pero con un curioso experimento, pensada como doce entregas de formato barato, como el comic-book americano, cuenta una curiosa historia con animales antropomórficos en una New York alternativa, retrofuturista. Entretenimiento puro.







Todo lo que haga el italiano Gipi a priori ya llama mi interés, además Mi vida mal dibujada ya la había leído en italiano, ahora en la versión traducida, y además firmadita, uno entiende más las pericpecias surrealistas con sus médicos, las historias autobiográficas del autor y la historia de piratas.







Parecido pasa con La Banda de Mawil, ya la había leido en alemán, pero en castellano como que se entiende más, las aventuras de adolescentes en el Berlin de los 90. Uno de los autores que descubri gracias a Bang, y luego pude seguir en Alemania.








La estación de las flechas de Samuel Stento y Guillaume Trouillard es la obra ganadora del premio Sins Entido- Fnac de este año. Una curiosa y surrealista historia de indios enlatados, y grandes praderas en el comedor de casa. Recomendable.








De Spirou y Fantasio este año hemos podido disfrutar de varias aventuras, como las modernas de Morvan Yann y el español Munuera, lás clásicas de Fournier. Pero a destacar seria el Diario de un Ingenuo de Émile Bravo, una revisión del clásico absolutamente genial, con el trasfondo de la segunda guerra mundial, con el primer amor de Spirou y la primera aparición de Fantasio. Fantástico.






Más clásicos recuperados, las novelas de Néstor Burma de Leo Malet adaptadas por el genio de Jacques Tardi, destacable esta Calle de la estación, 120. Puro polar francés, detectives en la Francia ocupada, ese dibujo genial y una historia más que sorprendente en una ambientación que no es habitual.







Y entre los clásicos reeditados indispensable el Gil Pupila de Tilleux, un clásico francobelga de aventuras de detectives como las que ya no se hacen. Leerlo es disfrutarlo, además que se ven la influencia que tuvo en mucha de la nueva bd de aventuras actual.








León el terrible de Wim T. Schippers y Theo Van Den Boogaard es otro clásico recuperado, humor surrealista y grosero con una línea clara a lo Hergé. Realmente curioso.









Y de clásicos que no falte la dosis de Sturmtruppen del italiano Bonvi. Lástima que la edicción sea tan poco a poco, este clásico se merecía una edición integral definitiva.

26 diciembre 2009

Algunos tebeos '09 (uno)

Otro año que hemos ido leyendo, junto a los libros que ya han ido apareciendo por aquí, pues también han caído unos cuantos tebeos, casi doscientos, en ocho idiomas diferentes (lo que quiere decir que leídos quizás sí, pero entendidos todos ni de broma). Como reseñarlos todos va a ser que no, vamos a hacer como la última vez, a mencionar unos cuantos que me han parecido interesantes, sin que ello significa para nada hacer una lista de lo mejor del año.

Vamos a empezar con el producto autóctono.

Quizás una de las mejores cosas de este año haya sido la recuperación de bastantes clásicos de la escuela Bruguera, mediante la colección de RBA o los álbumes que ha sacado ediciones B, nos ha permitido leer de nuevo historietas clásicas como Anacleto o la Familia Cebolleta de el gran Vázquez, Sir Tim O'Theo de Raf, el perdido Pulgarcito de Jan, entre mis favoritos, esos tebeos que fueron al fin y al cabo los causantes de que hoy sigamos leyendo tebeos. Grandes clásicos de grandes maestros.






Uno de los alumnos destacados es Monteys, uno de los destacados del Jueves ahora mismo, que sacarón este pequeño recopilatorio Funcionario del humor en verano con sus cosas. Ganas dan que muchos pudiesen hacer proyectos más largos a parte de lo que hacen para el Jueves.







Luis Bustos es otro pedazo de alumno de la escuela Bruguera, como se puede ver claramente en los gags de este malvado dominador del mundo que es Zorgo. Pero este año se ha salido con Endurance, novela gráfica sobre la aventura antártica de Ernest Shackleton, narrada de una forma espectacular. Para mi de lo mejor de la producción patria de este año.




Pero el que tiene todos los números para llevarse todos los premios del año que viene es seguramente El arte de volar de Antoni Altarriba y Kim. Kim es otro de los clásicos autores del Jueves, pero aquí da una clase de narración y dibujo fuera de lo que nos tiene acostumbrados, para esta historia biográfica del padre del guionista, sobre la Guerra Civil y los exiliados internos. Una historia dura pero que a mi no me ha acabado de llegar tanto. Será que el tema empieza a estar más que quemado, al menos para unos cuantos.




Pero el ganador de este año del Premio Nacional de Cómic y del salón de Barcelona, ha sido Las serpientes ciegas de Felipe Hernández Cava y Bartolomé Seguí, otra historia con la Guerra Civil de trasfondo, parece que sea el tema ineludible para ganar premios en este país.








El ganador del año pasado Paco Roca este año presentó Las calles de Arena, una obra más centrada en su universo creativo, una bonita historia de amor y búsqueda en una ciudad laberinto.









Otro premio, esta vez el primer premio Planeta ha sido para Planeta Extra de los argentinos Diego Agrimbau y Gabriel Ippóliti, una historia futurista con tintes ecologistas y bastante costumbrismo, con un grafismo bastante ochentero que funciona muy bien. Parece habrá más.








La guerra del profesor Bertenev de Alfonso Zapico, producido directamente para el mercado francés, es una pequeña delicia que cuenta la historia de un prisioniero ruso en manos inglesas, pero siendo considerado un traidor por los suyos y un amigo por sus captores, en una guerra de Crimea que ni entiende ni le viene ni le va.







El juego de la luna de Enrique Bonet y José Luis Munuera, es un cuento de hadas, un cuento de leyendas de aquí. El dibujo de Munuera es bonito de verdad, aunque me gusta más cuando usa el color y no solo el blanco y negro. La historia no esta mal, aunque no acaba de funcionar del todo, quizás por abusar de algún que otro tópico.







Otro que siempre presenta unos preciosos cuentos y me tiene más que ganado es Jali, y El último gran viaje de Oliver Duveau es su última historia, un viaje por las estrellas, que tengo dedicado.









De esta pequeña delicia ya hablé en enero, estas Calles contadas de Juan Berrio es simplemente genial, juegos de palabras jugando con lo cotidiano, se mira con una sonrisa, de lo mejorcito del año.








Corto Cuentos de Borja Crespo y Chema García, es otra delicia, pequeños cuentos ilustrados con mil un estilos diferentes. Pequeños cuentos con un toque de humor, y un toque de mala leche. Cuentos ilustrados para niños grandes, muy recomendable.








Por ver el bicho volar de Loren, es otro de esos cuentos ilustrados para niño grandes que este año ha aparecido, seguramente más desapercibido que otros, pero a mi me ha encantado, esa España rural en la que pasan pequeñas cosas, como un cura que se enamora o aliens que abducen una partida de mus. Simplemente genial.