19 abril 2015

33 Salón del Cómic


Otro año, otro salón del cómic, otra pila de tebeos por leer, y de nuevo las sensaciones de siempre, poco más o menos poca novedad en lo que es ya un clásico. Todavía en marcha, vamos con las impresiones de este año.

Las colas. Desde primera hora, dando vuelta a la manzana, no se entienden, luego dentro el espacio es super amplio y no se ve ni una aglomeración, no hay forma de agilizar la entrada? Y luego el tema de las entradas, el precio empieza a picar, cuando uno además tiene la sensación de pagar para entrar en una tienda. Pero además si tienes que hacer doble cola, y si quieres evitarlo con la anticipada, entonces es todavía más caro, porque Ficomic no va a asumir el euro y medio de supuestos gastos de gestión, la cosa empieza a ser irritante.



Las exposiciones. La sensación que no son lo que eran. La central ha ganado en cantidad, y se ven unos originales espectaculares, todo muy variado, demasiado quizás. La de cómics fantásticos era extensa, y entretenida, orientada desde un punto de vista científico quizás, más buscando ejemplos de los tópicos del género dentro del tebeo, que buscando el tebeo como generador del género. Sea como sea te pasas un buen rato admirando originales. Y bien que este algo separada de la feria comercial, de hecho todas deberían estar separadas y conseguir un espacio expositivo más acorde. Porque luego la de los autores premiados, quedan como desarregladas, como perdidas, a pesar de la buena selección y la calidad de lo expuesto, el estar en unas naves industriales gigantescas en pasillos amplios las empobrece. Y como va la cosa, a la entrada los superhéroes, que son lo que venden películas o algo. Arriba la grande, por alguna esquina la de los autores, luego las patrocinadas, que son casi solo letreros colgados, que prácticamente nadie se va a parar a leer. Y luego la del fanzine, que casi es un compromiso por verse obligados. Y el tema exposición de cómic habrá que replanteárselo, el simplemente colgar originales cada vez va ser más difícil cuando los autores trabajan en digital, ya se ha visto con la expo de Clara Soriano.


Los stands. El que haya espacio y pocas aglomeraciones va bien para acercarse con más calma y ver, ahora, hay que hacer más quilómetros. Los espacios centrales están ocupados por las grandes, la industria de esta no industria. Las pequeñas cada vez ocupan espacios más pequeños, la distribución es una cosa que cada año genera polémica, y desde el punto de vista del paseante se entiende el porque. Grandes ausencias, como la desaparecida Glenat, la sorpresa de El Jueves, han cambiado el panorama, el ambiente ha cambiado, y tampoco hay un relevo total. Y hay más ausencias, todas las pequeñas editoriales, como Bang, Fulgencio Pimentel, EntreComics Comics, Valiente, Dehavilland, etc. etc, ya dijeron que se iban, y no han vuelto, ni las han buscado. Pero tampoco las editoriales clásicas que abren lineas de novela gráfica acuden a presentarse al salón, estuve buscando a Sapristi de ed. Roca, y no la vimos, estará sin estar?. Y tampoco las editoriales que solo editan manga, como Ivrea. Parece que Ficomic ha decidido una orientación, y estas son las consecuencias. Como el salón del manga esta especializado en un tipo de tebeo, por su origen. Parece que el del cómic también se está especializando a marchas forzadas y deja de ser la muestra que aglutine y muestre todo el rango de tebeos. Cosa que es triste ver con la isla cada vez más minúscula y apartada dedicada a los fanzines, meramente testimonial. Y la esquina dedicada a los autores, que a unos mejor o peor les iba, pero muy contentos con la organización no estaban, para nada.


Los premios. Siempre hay alguna polémica, algo tiene que haber, es una cuestión inherente a cualquier premio gremial. Y bien llevadas son incluso divertidas. El premio nacional para las Meninas era indiscutible y ha sido muy celebrado, y aún teniendo en cuenta la gran calidad de toda la selección. El premio autor revelación ha sido más sorpresa, Miki Monteó seguramente lo merezca por su calidad, pero siempre queda algo raro que sea con una obra producida fuera y con un guionista más veterano, al menos desde el punto de vista de promoción de una industria local. Pero son formas de verlo, el autor es español, es joven y ha destacado indiscutiblemente. El gran premio del salón para  Abulí, un gran guionista, fantástico. El del fanzine empieza a ser homenaje, cuatro veces nominado y cuando anuncia su desaparición, su fin de ciclo, entonces se lleva el premio Thermozero. Y finalmente el premio más polémico el de obra extranjera para Saga, pro encima de el Fabricando Historias de Ware, el Cowboy Henk, el Arsene Schrauwen... La competencia era dura, Saga es un buen tebeo, pero lo otro son obras que aportan al cómic más que una buena historia. Una sorpresa, que se puede explicar más o menos por el funcionamiento del sistema de votos, pero que es sorprendente. No poder votar a Ware por que no se le ha podido leer, por los motivos que sean, es extraño. Más cuando se venden como unas votaciones entre profesionales. Hay gente que preferiría que regresase el sistema por jurado, otros defienden la democracia del sistema actual. Pero el principal problema del sistema actual es la falta de transparencia, nadie sabe quién ni cuantos votan. Y eso en un mundo tan reducido y con tantos intereses, filias y fobias como el del tebeo patrio lo cambia todo. Sin transparencia no hay democracia. Votan los profesionales, y que es un profesional en el mundo del cómic? Los editores, a caso no serán parciales? Los dibujantes, a caso tienen que leerse toda la producción para juzgar a sus colegas? Los críticos y periodistas? profesionales cuantos hay? Y se les proporciona el material para que puedan juzgar como en el cine?.  Gente que ha votado otros años, profesionales, este año no les ha llegado ni la información para poder votar. Al final los premios de Ficomic, son como son, los premios de una entidad privada que hace como quiere. Y no dejarían de ser una anécdota si no fuese por el prestigio que aportan (y dinerillo) a falta de más premios planteados en otros términos.


Los asistentes. Siempre ha sido, es, y será lo mejor del salón. La gente que va, tanto el público como los autores. El público es el que evoluciona, siempre están las familias, los adolescentes que han cambiado con el tiempo, ahora son más de disfrazarse, de disfrutar de sus aficiones sin tener que disimularlas, el orgullo friki. Y eso está bien, y parte del salón está centrada a ellos, ese público general, que disfruta de la cultura popular en cualquier formato, tebeos, pero también cine, videojuegos, disfraces, muñecos, etc. Han cambiado con el tiempo, y el salón intenta adaptarse a ellos. A ellos y al clásico aficionado del tópico, ese que acude con una maleta llena de su colección de Kiss cómics y uno a uno se los hace firmar al autor (y si esto lo he visto y me ha dejado flipado), o aquellos que van con sillita a buscar dibujos y comisionó de sus autores, viniendo desde Francia si hace falta, que aquí hay menos colas, y que te apartan de conseguir una dedicatoria de los autores más populares. De todas formas tampoco son los que andamos buscando, y es que hay un público olvidado, aquel que viene a descubrir autores, o que busca la novela gráfica, o el cómic alternativo, el lector de siempre que sigue acudiendo y ha evolucionado. Parece que Ficomic no ha considerado necesario evolucionar la parte necesaria para captar a ese otro público. Pero bueno mañana habrán sido más de cien mil los asistentes, aunque el sábado no se viese ninguna pasillo lleno, quizás las colas si tengan un sentido de ser al final.


Los autores. Los que le dan el sentido a todo, la pieza clave y fundamental de todo el tinglado. Y como se esfuerzan, maratones de firmas, mucha paciencia, o horas de estar esperando que alguien se acerque a por una firma, que alguien se interese por un trabajo que ha costado mucho esfuerzo. Es lo mejor, encontrarse con los autores, y poder llevarse un recuerdo en forma de dibujo, poder comentar y charlar con ellos. Con algunos es más fácil, con otros es más complicado. Algunos se convierten en conocidos, en amistades, otros siempre serán reverenciados. A los que me he acercado este año solo puedo decir que han sido más que amables, unos dibujos fantásticos, y han charlado de lo que sea, y no solo de tebeos.

Mientras haya autores, y colegas, y podamos ir a disfrutar con los amigos todo lo que podamos de la afición a los tebeos, seguiremos acudiendo al salón, a pesar de que haya muchas cosas que podrían ser de otra forma.

Y ahora a esperar a la otra cara de la fiesta, Gutterfest, Graf...

2 comentarios:

Anna dijo...

No puc comentar gairebé res pq ja ho vaig fer en persona :-D

Dic jo que si s'aguanten tantes hores al Saló, malament, malament no ho passem.... Però coincideixo plenament amb el tema de les exposicions i amb el tema dels stands (i de l'enfocament d'algunes editorials. La prova és que a algunes de les grans, no hi vaig gairebé ni posar els peus)

El tema de les entrades (les cues i el preu) em sembla per comentar, discutir i fer arribar la queixa a l'organització.

No sé si m'atreviré amb el Gutterfest, però moltes ganes de tornar al Graf aquest any.

Otto dijo...

Hola, Sapristi estaba representada en el stand de Random House, la editorial que los distribuye.
En el GRAF sí tendrán stand propio.
Muy de acuerdo, por cierto, en casi todas las apreciaciones al respecto del Saló.
Saludos!
Octavio