27 junio 2015

Una amante complaciente

Una amante complaciente de Xavier Àgueda. Un libro breve, autoeditado para recuperar la memoria y las anécdotas alrededor de los diez años del webcómic de el Listo, el alter ego de Àgueda, y uno de los cómics más longevos que hay por la Internet de por aquí. Así que ha acumulado unas cuantas historias divertidas que va soltando una detrás de otra, prácticamente sin solución de continuidad. Al final te acabas riendo con unas cuantas de ellas, y ves que el mundillo del cómic en este país es más variado de lo que parece, de hecho cada persona es prácticamente un mundillo. Y en algunos de los saraos que describe, casualidad que también estuvimos, pero desde el sector público, de los que están detrás de la valla del mundillo, que somos tímidos. Lleno de nombres y con un índice onomástico final, aunque con algunos mejor se reserva el mentarles directamente, aunque habría estado divertido que solo por referencia estuviesen incluidos en el indice final, por ver si acertábamos a suponer a quién se refiere, con los que conocemos. Lectura entretenida, y que me ha hecho reír un par de veces, así que objetivo cumplido.

26 junio 2015

Herr Pep

Herr Pep de Martí Perarnau. Un seguimiento cercano a lo que fue la primera temporada de Guardiola dirigiendo al Bayern de Munich, muy interesante por lo obsesivo del personaje y por ver de donde sale tanto magisterio del fútbol, y al final el principal misterio es mucho trabajo, a parte de ser muy bueno en lo suyo y dejarse todo en ello. Pura pasión obsesiva. Y así lo cuenta Perarnau, un fan declarado del trabajo de Pep, que sabiéndolo le dio acceso al vestuario para que pudiese tomar nota y todo lo que fuese necesario para el libro. Aunque un poco repetitivo a veces, el relato es entretenido y sigue la temporada paso a paso, con declaraciones de los jugadores y técnicos próximos al profeta. Buen libro deportivo de los que hay poca tradición por estas tierras, quizás por eso sea más fácil hacerlos desde lejos.

25 junio 2015

Chemical Brothers




Lo que son las cosas y las circunstancias. Con lo que hemos sido, y que ahora mismo lo de acudir al Sónar ya no sea. Pero este año sonó la flauta, y me acabó cayendo en las manos una entrada para el concierto inaugural del Sónar, ese que patrocina Estrella Damm. Y así este año hemos vuelto a disfrutar de unas migas de Sónar, que algo es algo, eso sí escapándose de las obligaciones y siendo breve. Un conciertillo que ya esta bien. Y eran los Chemical Brothers, que hemos visto unas cuantas veces, y siempre esta bien, sobretodo con un concierto destinado a reventar la pista, con esos ritmos que se hacen sentir en el pecho, a base de ir enlazando hit tras hit, y mostrando algunos de los que serán los hits de su nuevo disco. Una gozada. Empezando con el Supersar DJ, y así hasta versión danzable del Golden Path. Bien, curioso el público, mezcla del típico de sonar, y del típico esto es de gratis. Bien el artista invitado, que no sé quienes eran, pero sonaban interesante. Y mal el transporte público y los horarios, si para ir tarde unos 40 minutos para volver se hizo prácticamente tan largo como todo el concierto de los Chemical.